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5 de noviembre de 2012

OTRA FORMA DE VISITAR UNA CIUDAD MONUMENTAL


UNA RUTA POR LA HERENCIA JUDÍA DE ÚBEDA


Autor: José Luis Rodríguez
Una ciudad monumental como Úbeda es visitada por centenares (o miles, según la época) de turistas, que en muchos casos realizan una visita aleatoria, con su plano turístico en mano, o en grupo, con un guía llevándoles al trote por su amplio repertorio monumental. Dejaremos para mejor ocasión algunos comentarios sobre uno y otro caso, que a todos se nos ocurre alguna anécdota. Traigo ahora una forma distinta de ver una ciudad histórica: seguir las huellas de la “otra” historia, la que dejaron las minorías (sean éstas religiosas, étnicas, sociales o económicas), que no pasa por las grandes catedrales o palacios, y que a veces hay que buscar en los barrios pobres.


Este es el caso de una ruta por las huellas de la que debió ser una de las mayores juderías hispanas en los siglos XII-XIII, coincidiendo con los últimos años musulmanes y los primeros de la conquista cristiana (1233, reinando Fernando III, gracias a una acción conjunta de las órdenes de Santiago y Calatrava. Ya hubo una conquista anterior, con Alfonso VIII, en 1212, que fue reconquistada poco después). Sin llegar a los extremos del libro “Úbeda en Sefarad” (que llega a afirmar que todas las familias hidalgas son de origen judeoconverso), sí puede afirmarse que la comunidad judía tuvo gran peso económico en la vida local, con casas y sinagogas incluso fuera de la judería (localizada en el barrio del Alcázar).

Se puede iniciar la visita en la plaza de S. Pedro, para recordar que esta preciosa iglesia gótico-renacentista fue en su origen, un oratorio mozárabe. Dejando a un lado el Palacio de los Marqueses de la Rambla (hoy hotel de lujo), bajando por la calle Cava (tan presente en las obras de Muñoz Molina) encontramos el torreón del Portillo del Santo Cristo, recientemente restaurado, que era el antiguo ángulo o bastión de los Carbajales, familia de uno de los caballeros de la conquista y que se adueñó de una gran casa judía adosada a la muralla. Justo detrás, hallamos la primera de estas casas, del siglo XIII, con las estrellas de David entrelazadas en las enjutas de la portada, formando una figura de 12 puntas.

Saliendo a la plaza de San Lorenzo (otro espacio de la Mágina novelada) vemos la antítesis: una casa con los escudos de los conquistadores: cruces flordelisadas sobre medias lunas (victoria de las Navas de Tolosa). 

Dejamos a la derecha la Casa de las Torres (y su leyenda de la emparedada) y giramos para entrar de nuevo al barrio, encontrando una de las casas más conocidas, que da nombre a la calle: Luna y Sol. La portada, con arco de medio punto, muestra los escudos del sol (a la izquierda) y la luna (derecha). En la clave, un escudo con dos torres con las puertas abiertas (ciudad conquistada, ya no hay peligro), flores de lis (la pureza de la mujer hebrea), dos estrellas de David entrelazadas (familias judías) y rematadas con una cruz del Calvario (conversos). Se conoce también como la casa del almojarife o del astrónomo.
Al lado, una casa con la estrella casi tapada por siglos de enjalbegado de cal, junto a una cruz del Calvario, señal de su forzada conversión.

Frente al pastiche del Palacio del Marqués de Contadero, atrozmente rehabilitado para sede de la Empresa de Turismo de Interior, se alza el Museo Andalusí, una iniciativa privada de un conocido ubetense. Tras su portada plateresca se abre una casona señorial, organizada en torno a un patio porticado, con columnas hexagonales (del XIV-XV) y cilíndricas (XVI), que sorprende por su tono rojo. 

De entre sus múltiples objetos, señalamos aquellos relacionados con el tema de la ruta: maderas recogidas en casas judías del XIII-XIV (ménsulas, vigas, puertas, zapatas, etc. con sus típicas tallas geométricas), la puerta de la casa Guerrero (tallada en lacería de 4 puntas), un fragmento del artesonado de una casona del XIII, colección de azulejos de cerámica estrellada (más tardíos, del XV al XVIII), pucheros de cocina y una curiosa colección de alcuzas de aceite (desde el XIII).

Pasando por la iglesia de Santo Domingo, por la puerta de Granada se sale hacia las huertas y campos de labor, con una maravillosa vista panorámica al valle del Guadalquivir y Sierra Mágina, y dejando las ruinas de las tenerías judías a nuestra derecha, circunvalando la muralla, volvemos a entrar por la antigua Puerta de los Judíos (Bad-Yahud), hoy parcialmente reconstruida (y ya decorada con el oportuno graffitti). En la Cuesta de los Carbajales, frente a su palacio, se halla la llamada “Sinagoga de Salomón”, en realidad dos casas del s. XIV habilitadas para imitar la que debió ser la sinagoga de la aljama (reunión) judía. Al entrar, la cátedra del rabino, y frente a ella, el baño ritual, con un lavabo califal (S. IX), que aprovecha una pieza de mármol proveniente de un friso romano del S. I (mirar el espejo colocado para disfrutar de la talla). Sobre nuestras cabezas, una viga cargadero o selmo, con canes, de un palacio mudéjar del XIV.

En la jamba de la portada interior de acceso se halla la mezuzá, una caja hueca y alargada, de unos 10 centímetros de largo, en la que se introduce un rollo de pergamino, que reza dos plegarias: la más solemne del judaísmo, «Shemá Israel» ("Oye, oh Israel" (Deuteronomio 6:4-9)) y «Vehayá im shamoa» ("En caso que me oyerais" (Deuteronomio 11:13-21)). El grabado de las oraciones en el pergamino es efectuado por un escriba ritual, llamado Sofer Stam, que es quien también escribe a mano los rollos de la Torá. En su parte externa, la mezuzá lleva inscripta la palabra "Shadai", uno de los nombres de Dios, «El que cuida las puertas de Israel». A veces se confunde este ritual con el de las filacterias, cajas de cuero negro que contienen oraciones y que se llevan anudadas en el brazo y sobre la cabeza (aunque los judíos ortodoxos consideran un insulto este nombre, que significa en griego "amuleto", lo que está prohibido en el judaísmo, usando el término "tefilim").

En la planta alta, la reconstrucción de una escuela talmúdica. En la sala se halla una Torá, sobre piel de gacela, extendida (si hubiese presente un judío, debería enrollarse y guardarse, pues ni siquiera para leerla se puede tocar, usándose para seguir el renglón un punzón de plata). En la cabecera, un sillón de taracea, de marfil sobre ébano, con dos estrellas de David y la Menorá (candelabro ritual de siete bravos, símbolo de Israel, recuerdo del arbusto ardiente de Moisés). Enfrente, un manto morado con la Hanukia o Januca, el candelabro de nueve brazos que hace referencia al milagro de las lámparas de aceite del templo de Salomón, y que a veces se confunde con el anterior.

Siguiendo camino, en el callejón detrás de Santa María se encuentra otra casa judía, con las dobles estrellas de David. Pasamos ante el Palacio de Valenzuela, casa de las Siervas de María, que fue solar de canónigos y tesoreros de la Colegiata de Santa María de los Reales Alcázares, edificada sobre la mezquita aljama, y admiramos la fachada del palacio del Marqués de Mancera, que fue Virrey del Perú, de donde trajo bastante plata para rebosar los retablos de todas las iglesias ubetenses. A su lado, la antigua casa del príncipe musulmán, hoy sede de los juzgados.

Dejando a nuestra derecha la maravillosa fachada de la Capilla del Salvador (con su leyenda judía sobre la "puerta del paraíso"), llegamos a la Gradeta de Santo Tomás, donde hay dos casas judías, con sendas estrellas de David de seis y doce puntas. La segunda es conocida como casa del judío Samuel, almojarife de Alfonso X.

Hay una visita curiosa, el palacio de los Granada-Venegas, la familia de un converso morisco de alta alcurnia, reyezuelo que defendió Baza y Guadix contra los Reyes Católicos, y que rindió cuando se aseguró un trato de favor para su linaje, lo que consiguió de Isabel de Castilla, que personalmente lo “convirtió” y presidió su bautismo. El palacio es un gigantesco almacén de muebles antiguos, con algunos elementos interesantes de época mudéjar.

Es preferible seguir a la Sinagoga del Agua, un hallazgo sorprendente que se encontró al pretender reconstruir tres casonas antiguas, y descubrir en sus sótanos una sinagoga completa, con la particularidad de hallarse fuera de la judería. Lo más curioso es encontrar en ella un baño ritual (mikvé), así como una vivienda (posiblemente la del rabino), con cocina, bodega y almacén. Se puede fechar a fines del XII o principios del XIII, antes de la conquista cristiana.

Accediendo por la primera casa se observa un arco cargadero, que separaba del patio, que fue cerrado en el XIX. Las columnas tienen capiteles de hojas de palmera, que para los judíos es el árbol de la vida, del júbilo, del fin de la travesía del desierto, con relieves de granadas, cuyos 613 granos representan los 613 versículos de la Torá. Se exhibe en la pared un curioso documento cristiano del XIV, que describe la Úbeda medieval, en la que dicen existían 4 sinagogas. A su lado, el libro de Abolá Fará, parte del Talmud, escrito en Úbeda en 1290.

La sala de oración, orientada a Jerusalén, tiene tres naves, con su galería de mujeres separada por la mechitsa, con arcos apuntados sobre pilares poligonales. Tiene una Torá del s. XV, escrita en piel de gacela, con su punzón de plata para la lectura. Junto a ella, un Talmud y el Libro de Esther, que se lee en la fiesta del Purim, una de las más alegres del calendario judío, en la que celebran cómo ésta heroína bíblica les salvó de la aniquilación a manos del rey persa Asuero (Jerjes I), en la que se hacen regalos y los niños hacen sonar carracas de madera al pronunciar el nombre del sátrapa.

Lo más sorprendente es el baño ritual o mikvé, bajo la nave mayor de la sinagoga. Se accede por escalones tallados en la piedra a lo más profundo (siguiendo el Salmo “desde lo más profundo gritaré tu nombre”) de la casa, donde hay un afloramiento de agua pura, que ha de regenerarse, no ser estancada. El baño es solitario, no comunal, por doble inmersión, y se hace en los momentos importantes de la vida (tras dar a luz, antes de un viaje, de las bodas, de un negocio, etc.). En el solsticio de verano, a la hora segunda (las 10:00), un rayo de sol entra por un ventanuco a pie de calle y da en el agua del baño, creando una sensación mágica.

A la salida, no puede uno menos que maravillarse ante la torre-fachada del Palacio de los Condes de Guadiana, aunque sepa que fue edificado sobre una manzana de casas judeomudéjares. Pero eso es la historia: capas de cultura sobre capas de destrucción. Hasta hoy.




Fotos: José Luis Rodríguez.

7 comentarios:

Ginés dijo...

Soy jiennense, para mas exactitud campiñés, pero un enamorado de Úbeda. Me siento obligado a felicitarle por esta entrada "otra forma de visitar una ciudad monumental"

José Luis Rodríguez dijo...

Gracias, la ciudad merece que la demos a conocer.

Juan Parrilla Canales dijo...

Hola, soy linarense, y amo Úbeda y Baeza.
Si es que en turismo interior lo tenemos todo. Felicidades

Promoció 1019 A dijo...

SOY ANTONIO MARTINEZ DE UBEDA, HIJO DE JUAN MARTINEZ DE UBEDA. POETA, ESCRITOR Y PERIODISTA UBETENSE, QUE NACIÓ, EN LA BELLA ÚBEDA, HACE ESTE AÑO, UN SIGLO.
MI ABUELA MATERNA ERA LA MODISTA DE ÚBEDA. MI ABUELO PATERNO, EL GUARNICIONERO DE LA CALLE TRINIDAD. AMO ÚBEDA, LA SIENTO, Y ESTUDIÉ EN ÚBEDA, AUNQUE NACIDO EN LINARES.
EL LA CALLE ROQUE ROJAS VERANEABA Y PASABA ALGUNAS VACACIONES EN CASA DE MI ABUELA. AQUELLO YA ME HACÍA SONAR EN MI CORAZÓN DE POETA A SINAGOGA ETC.
FELICIDADES.
DE PEQUEÑO CUANDO MI PADRE SE ESCAPABA A SU PUEBLO QUE ES CUIDAD, CONOCÍ A SUS AMIGOS, JUAN PASQUAU, DOMINGO MOLINA, PALMA BURGOS Y TANTOS AMIGOS SUYOS, QUE DESPUÉS LO FUERON MÍOS. GENIAL SU PÁGINA.

Promoció 1019 A dijo...

VERSOS A LA ÚBEDA DE MIS ABUELOS.





SONETO I



DE BLAS Y ANTONIA SOY NIETO HEREDERO



DE RECUERDOS MATERNOS Y PATERNOS.



Y DEL NACER ERAN PRIMOS FRATERNOS



EN LA ÚBEDA DE LAS LOMAS, TENDEDERO



JIENENSE CON MONUMENTO IMAGINERO,



UNO A UNO EN NOBLES PEDRISCOS ETERNOS,



DONDE CONVENTOS, QUE COMO QUITAN INFIERNOS,



PARA LA FE MAS FRÍA EN TROPEZADERO.



DE LA CALLE TRINIDAD Y BAJAR DEL REAL,



COMO BAJANTE CASCADA DE SENTIMIENTOS,



COMO EJE, LOMO DE LIBRO A LOS DOS LADOS.



LA TRINIDAD, EDIFICIO ECLESIAL, POR LEAL



AL BARROCO MAS CASTELLANO EN URDIMIENTOS,



Y EN LA PLAZA GENERAL SARO INVITADOS.



SONETO II



BLAS POR SEÑOR ARTESANO GUARNICIONERO



CON CALLO EN SUS DEDOS, CLAVA LA AGUJA



EN TALLER, ENHEBRANDO, QUE PESETA PUJA



PARA EL COMER DE LA MINA QUE ES CUERO.



ANTONIA SENSATA MUJER EN GRAN COSTURERO



DE APELLIDO HIDALGO, MODELA ESCOTE Y EMPUJA



PATRONES, Y CON JABONCILLO DIBUJA



VESTIDOS DE ELEGANCIA DE QUIEN ES PRIMERO.



DICEN QUE ANTONIA LINDEZ LA MODISTA,



DICEN QUE BLAS ERA GRAN GUARNICIONERO



Y ARTISTA DEL CUERO. Y HASTA UN JUAN POETA



DE ÚBEDA, VATE PORQUE ERA ELITISTA,



PROLÍFICO EN VERSO Y EN SENTIR ORFEBRERO,



ES PADRE, A QUIEN VERSALIZAR ES META.





ANTONIO MARTINEZ DE UBEDA

Promoció 1019 A dijo...

VERSOS A UN PRIOR DE SAN PABLO DE ÚBEDA.











PRIOR DE SOTANA LIBRE EN ÚBEDA, Y POETAS


DONDE PIEDRAS CON MARCA DE SANGRE DE TORO


SELLAN A AYUNTAMIENTO EN PLAZA Y ORO,


SUBIDA APLAZA SAN PABLO Y PROFETAS,






DONDE CAMINAR DE SANDALIAS DE ASCETAS,


CRUZAN CON JUAN DE LA CRUZ; CONDECORO


MÍSTICA Y SILENCIO, YEN CONVENTO EXPLORO


SIGLOS, QUE PINTANCABALLETE Y PALETAS.






ESQUINA SAN PABLO, DONDE PRIOR LAVARIA


LAS ECLESIÁSTICAS MANOS PARA MEDITAR,


QUITANDOSE LA SED CON AGUA DE FRESCOS CHORROS,






CARMELITA AMIGO Y ABREVADERÍA,


LEJOS DE CASTILA GRANDE PARA INCITAR


A OLIVOS, PLEGARIA Y ÁNGELES EN CORROS.




ANTONIO MARTINEZ DE UBEDA

Promoció 1019 A dijo...

LA FILOSOFÍA DE ÚBEDA.

LA ÚBEDA DEL MUNDO.







POETA, Y DONDE EN MIS RETINAS DE PIEDRA,

MIS OJOS PERPLEJEAN, PLAZA EL SALVADOR.

Y MI CORAZÓN QUE LATE ES SITIO OBRADOR,

LOMAS CON SUR A BAEZA Y A LA YEDRA DE HIEDRA..



Y EN PUERTA DE GRANADA, LA MAS POLIEDRA

MONTAÑA, SIERRA MÁGINA Y MIRADOR,

SANTA MARIA, MEZQUITA DE UN LABRADOR

ÁRABE, CON EMPAQUE DEL QUE AHORA MEDRA.



SUBIRE EL REAL, CUESTA A CALLE TRINIDAD,

TOMARE FRESCOS DE FE, EN SAN ISIDORO,

Y EN SAN PABLO AGUA EN FUENTE DE DOS BRAZOS,



DONDE JUAN DE LA CRUZ HIZO CARIDAD

Y MEDITACION DE VERSOS CON PLUMA MONÁSTICA Y ORO,

CONVENTO DE ANGELES, SIEMBRA Y ABRAZOS.







SON IDEAS DE PIEDRAS METAFISICAS,

EN VAZQUEZ DE MOLINA, QUE ES UNA PLAZA,

VERGEL DE ESPLANADAS DE ARTE Y SIN RAZA,

RENACIMIENTO HISPANO DE LÍRICA Y FÍSICAS.



PASEO CON JUAN PASQUAU PARA PLÁTICAS,

CON MAT´ÇIAS CRESPO POR PINTURA QUE EMPLAZA,

Y CON EL CURA CANTERO POR LÉXICO QUE EN PAZ APLAZA

A LOS SILENCIOS, POR SER VERDADES MÍSTICAS.



HE SENTADO A LOS RELOJES DEL TIEMPO

PARA PARARLOS… PALMA BURGOS ERA

VOZ, JUNTO A JUAN MARTINEZ DE UBEDA,



TEORÍAS DEL HABLAR CON SIEMBRA Y DESTIEMPO,

ENSEÑANDO FUTURO QUE A POSGUERRA CEDA,

PARA QUE UN NIÑO, POETA SOLO SE FUNDIERA.








HUMANISTA ANTONIO MARTINEZ DE UBEDA LINDEN.

HIJO DE JUAN MARTINEZ DE UBEDA (1916,1963) ESCRITOR, POETA Y PERIODISTA.