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2 de octubre de 2012

CASTELLÓN ALTO: NIDO DE ÁGUILA DE LA EDAD DEL BRONCE



Me topé el otro día con un titular en El País que nos comunicaba el descubrimiento de una nueva Troya en Murcia. 

Hubo un tiempo que por aquello de ayudarme en los estudios trabajé en un par de periódicos donde me enseñaron una regla de oro: lo más importante de un artículo es su titular. Bien, hasta ahí de acuerdo, pero ¿la Troya de Murcia? Y un Ulises de Totana, un Aquiles de Puente Tocinos y un Agamenón de Jabalí Viejo, supongo. Así vemos cómo un mal titular puede estropear una buena noticia haciendo que parezca ridícula en lugar de importante.

El caso es que lo es, importante quiero decir. Viene a ampliar el mapa de lo que los historiadores conocen como la Cultura del Argar, o argárica. El nombre le viene dado por el lugar donde se descubrió el primer yacimiento cerca de Antas (Almería). Tuvo su auge en la Edad del Bronce, entre el 1900 y el 1600 a.C. en la zona geográfica de Murcia, Almería y el levante granadino, con un corredor hacia las zonas mineras de Sierra Morena y Sierra de Segura.

Tuve la suerte de poder visitar con los compañeros de Hespérides, la Asociación de Profesores de Historia de Andalucía, el poblado de Castellón Alto, quizás el que mejor se conserva de la cultura argárica. Se encuentra muy cerquita de Orce (Granada), tierras hoy día tremendamente desertizadas pero que hace cuatro mil años aún eran paisajes de un magnífico bosque mediterráneo aunque quizás ya comenzara a degradarse.

Castellón Alto es un auténtico nido de águila. Está construído en tres niveles de un altísimo cerro. El nivel más alto presenta es esquema de primitiva acróplis fortificada, lo que nos habla de alguna de las características de El Argar: es una sociedad estructurada en clases diferenciadas y militarizada. La parte alta corresponde al poder, indudablemente en manos de guerreros y comerciantes. Porque ese es el secreto del desarrollo argárico: el comercio con oriente de la materia prima más codiciada, el cobre para armas y herramientas. Extraído de las faldas de Sierra Morena, transportado hasta los valles interiores con buena comunicación con la costa y allí intercambiado por los productos de lujo que llegaban del Mediterráneo oriental. Este comercio indudablemente enriquecía a quienes lo practicaban y a quienes aseguraban la minas y los caminos manu militari; debajo de ellos, incluso en sentido literal, campesinos y pastores, los sustentadores no privilegiados (como siempre) de la sociedad.

Llaman la atención al visitante de Castellón Alto los enterramientos. Se practicaban en las vivienda junto a los hogares, lo que nos habla de algún tipo de culto a los antepasados. Los cadáveres son inhumados en urnas excavadas en posición fetal y no es raro encontrar juntas parejas de hombre y mujer, incluso con niños, que nos  demuestra la existencia de fuertes lazos familiares monógamos y probablemente de estructura patriarcal. En muchas de ellas el enterrado está acompañado por sus armas, joyas y ajuar en general, lo que tristemente ha provocado que muchas ya se encontrasen saqueadas cuando se comenzó su excavación.

Esas viviendas familiares están construídas en madera, caña y barro con un hogar lateral. En muchas de ellas encontramos el ajuar en cerámica de barro cocido utilizada en los quehaceres de la vida cotidiana  y están colgadas sobre el precipicio desde el que se domina el valle y sus accesos. Es simplemente espectacular, tanto como magnífica la reconstrucción que de todo ello ha hecho la Junta de Andalucía. 

Quizás, por qué no, Castellón Alto también fue otra Troya, pues hay restos de diversos incendios que se encuentran en sus niveles más bajos y desprotegidos. No es difícil imaginar las huestes a la conquista del sitio con los defensores respondiendo desde su alta fortificación. Pero para que haya una Troya es imprescindible un Homero que lo relate y, tristemente, no lo hemos encontrado por el sureste peninsular.

Aún así su visita bien merece un viaje con parada para disfrutar del soberbio asado de cordero segureño, tesoro también heredado de antepasados ancestrales.

Fotos: la noticia del periódico y mapa  han sido bajadas de Internet. El resto, tomadas por el autor, si bien la que nos da una visión general del cerro es una fotografía hecha de un cartel de turismo de la Junta de Andalucía.

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